Conoce todos los detalles de la historia del gato persa
Es interesante que conozcáis la historia del gato persa. Afortunadamente, desde el siglo XVIII empiezan a evolucionar, de forma lenta, las mentalidades en Europa. Indudablemente, esta evolución se debió a la importación de Oriente de los gatos de Angora y a los gatos persas.
Este gato de nariz aplastada que evoca, indiscutiblemente, la voluptuosidad podría haber sido armenio, persa o bien turco. El gato persa, ya insigne en Europa del siglo XVIII, es en la actualidad razas más representativas en las exposiciones felinas.
Un caballero romano, Pietro de ella Val, lo habría traído de alguno de sus viajes a Persia alrededor del año mil quinientos cincuenta. Los orígenes precisos del gato persa todavía se ignoran. Conforme ciertos, el persa de pelo largo procede de los Angoras de Turquía. Los nautas lo habrían llevado a Persia.
Pero, el gato persa se reprodujo en Italia, entonces fue llevado a Francia, después a Inglaterra y se le ha llamado de diferentes formas: gato chino, gato francés, gato indio. En resumen, el día de hoy es reconocido como gato persa.
La primer pluralidad introducida en Europa fue el persa blanco, escogido por L. XV. Cara el año mil novecientos el persa azul se hizo muy popular. El gato persa blanco y el gato persa azul continúan siendo los más apreciados.
Recién a principios del siglo veinte, los británicos presentaron las primeras gatas persas hembras tricolor y las gatas persas color escama de tortuga.
El pelaje de esta gata persa “color escama de tortuga” es sumamente bien difícil de lograr y eso le proporciona más valor. Como todos y cada uno de los gatos persas y, quizá todavía más, esta especie se identifica por su belleza tricolor y asimismo por sus enormes ojos atezados.