Cómo cuidar a un hámster desde pequeños

Cuidamos a nuestros hamsters

Si pensamos llevar a casa a un hámster bebé debemos tener en consideración que la crianza de estos animales requiere de considerablemente mayor atención que, por poner un ejemplo, la de los cachorros, en tanto que son animales muy frágiles. Si vas a criar un hámster, ahora te explicamos de qué forma cuidar de un hámster bebé.

Para cuidar a tu hamster necesitarás todos los productos necesarios para satisfacer sus necesidades.

Para cuidar a tu hamster necesitarás todos los productos necesarios para satisfacer sus necesidades.

Durante los primeros minutos en que el hámster llega a nuestro hogar lo primero que debemos hacer es apreciar si está o bien no inquieto, de estarlo, debemos ponerlo en una cuarta parte donde no haya mucha iluminación y donde la temperatura sea cálida de una media de veinte grados, de este modo se va a sentir protegido en un espacio de calma y de tiempo caluroso.

Si tenemos en casa una mamá hámster y nos preguntamos cuando podemos separar a las crías de ella, debemos tomar en consideración que: no debemos tocar a ninguna de las crías hasta el momento en que por si acaso solas salgan del nido caminando y ya con un tanto de pelaje, esto por el hecho de que si la madre siente nuestro fragancia en sus crías puede reaccionar matándolas e inclusive comiéndoselas.

También debemos tener en consideración que si entre las crías mueren debemos retirar el cuerpo de la jaula mas no efectuar ninguna limpieza general de exactamente la misma hasta el momento en que las crías ya se movilicen. Esto acostumbra a ocurrir a los diez a 12 días del alumbramiento.

Después de veinte días vamos a poder efectuar el destete de las crías y debemos proceder a separar las hembras de los machos  no queremos que prosigan reproduciéndose. Recordemos que los hamster tienen múltiples ovulaciones por año con lo que si no efectuamos un control de natalidad nos vamos a ver la casa llena de hamsters en cuento menos lo pensemos.

Primeros cuidados

Lo primero es que el animal se sienta protegido puesto que a lo largo de sus primeras semanas de vida se hallará muy sensible a todo estímulo que pueda sentir como negativo, así sea estruendos fuertes con el de aspiradora o bien un alto tránsito de gente cerca de su nuevo hábitat. Lo idóneo es acostumbrarlos poquito a poco a estos sonidos sin que se sientan atacados.

La comida con la que nutramos al nuevo miembro de la casa ha de ser balanceada, la podemos adquirir en las tiendas de mascotas o bien veterinarias. Las primeras semanas no se aconseja darle las verduras de manera directa, es preferible que se nutra con comida balanceada.