Tienes que conseguir que tu perro ladre. Algunos perros suelen ser animales muy obedientes que, si se saben tratar adecuadamente, pueden aprender a continuar un sinnúmero de órdenes con bastante facilidad. Es muy importante estimar que la obediencia y la facilidad para aprender depende mucho de la raza del perro, mas con paciencia y dedicación se puede conseguir que cualquier perro sea obedientes a sus órdenes. Ahora te mostramos y ofrecemos las pautas que tendréis que seguir para lograr que tu perro ladre y deje de hacerlo cuando se le indique con una orden.
Resulta sencillo, y como hemos estado mencionando en anteriores ocasiones, se necesita una constancia seguida, calma y entrega.
Por un lado, se debe mantener algún juguete o objeto que le llame la atención a tu perro y haga que ladre.
Juegue y diviértase, enseñando que su perro ladre.
Comenzando a jugar con ellos, podrás controlar los ladridos.
Cuando logres que el perro ladre, lo principal e importante es retribuirlo de alguna forma. Puede ser entregándole el juguete o mordedor, aunque también le aconsejamos que le des algún bocadillo de premio por obedecer la orden.
Deberás de reiterar los pasos que antes mencionábamos, todas las veces que sea necesario hasta que tu perro o cachorro entienda lo que queremos trasmitirle, es decir la orden. Cuando el perro logre comprender esto, dale la orden hasta que al fin ladre.
Cuando haya conseguido que su perro ladre 3 veces, ordena que se calle diciendo “SILENCIO” de forma clara y en voz alta. Cuando deje de ladrar, recuerda que deberás recompensarlo con algún juguete, comida o golosina, en forma de premio.
Tendrás que repetir varias veces estos los pasos hasta el momento en que tu perro entienda la orden de callarse, del mismo modo en la que se le hizo comprender la orden de ladrar.
Cuando entienda las órdenes, en vez de exhibirle un juguete a fin de que ladre puedes hacer que alguien golpeé la puerta de tu casa, por servirnos de un ejemplo, y reiterar los pasos que ya comentábamos anteriormente hasta el momento en que entienda la orden, sin olvidar de darle su recompensa.